Los perros no son solo mascotas, son miembros queridos de nuestras familias. Brindan amor incondicional, alegría y compañía, por lo que es fundamental garantizar que su entorno sea seguro y cómodo. Al igual que con los niños, hacer que tu casa sea segura para tu perro es una prioridad. Aquí hay cuatro consejos esenciales para asegurarte de que tu hogar sea un lugar seguro y acogedor para tu amigo peludo.
Elimina riesgos de envenenamiento
Los perros son conocidos por su curiosidad y tendencia a explorar todo con la boca. Por lo tanto, es crucial eliminar cualquier sustancia o objeto que pueda resultar venenoso para ellos. Comienza por revisar y asegurar que todos los productos químicos domésticos, como productos de limpieza, detergentes y pesticidas, se almacenen fuera del alcance de tu perro.
Asimismo, las plantas tóxicas, como el lirio, la adelfa o la flor de Pascua, deben ser retiradas o colocadas en áreas inaccesibles. Mantén los alimentos y bebidas que sean perjudiciales para los perros, como chocolate, uvas, cebollas y alcohol, fuera de su alcance. Al tomar estas medidas, puedes prevenir eficazmente el envenenamiento y mantener a tu perro a salvo.
Igualmente, conviene mantener su pienso bien guardado y protegido. Los perros pueden abrir los sacos y comerse una gran cantidad de pienso de un solo atracón. Esto puede suponerles problemas de indigestión.
Crea una casa segura para perros
Los perros necesitan un lugar seguro y cómodo donde puedan descansar y relajarse. Si bien puede ser tentador dejar que tu perro tenga acceso a toda la casa, es aconsejable establecer un área restringida. Esta puede ser una habitación o un espacio con una puerta para bebés, especialmente cuando no puedes supervisarlo.
Asegúrate de que su área tenga camas cómodas, juguetes y agua fresca. Esto reduce la posibilidad de que tu perro se meta en problemas cuando estás ausente. También le proporciona un refugio seguro donde se sienta protegido y tranquilo.
Refuerza la seguridad en el exterior
Si tienes un patio o jardín, es vital que lo conviertas en un lugar seguro para tu perro. Comienza por cerrar adecuadamente el área para evitar que tu perro se escape o se enfrente a situaciones peligrosas en la calle. Asegúrate de que la cerca esté en buen estado y que no haya huecos por donde tu perro pueda pasar. Proporciona sombra y refugio para proteger a tu perro de condiciones climáticas extremas.
Además, revisa regularmente el jardín en busca de plantas venenosas. Igualmente, conviene buscar objetos afilados o productos químicos que puedan estar al alcance de tu perro. Siempre supervisa a tu perro mientras esté en el exterior para garantizar su seguridad.
Entrenamiento y socialización
Un perro bien entrenado y socializado es menos propenso a ponerse en situaciones peligrosas. El entrenamiento básico, como el comando “ven” y “quieto”, puede prevenir accidentes. También te permiten controlar a tu perro en situaciones riesgosas.
La socialización temprana con otros perros, personas y situaciones nuevas ayuda a tu perro a desarrollar la confianza y las habilidades necesarias para manejar diferentes entornos de manera segura. Además, el entrenamiento en obediencia y los comandos de seguridad, como “deja” y “suéltalo”, son esenciales para evitar que tu perro consuma algo peligroso o interactúe de manera inapropiada con objetos potencialmente dañinos.
Mantener una casa segura para perros
En conclusión, hacer que una casa sea segura para perros es una responsabilidad crucial para cualquier dueño de mascotas. Eliminar los riesgos de envenenamiento, crear un espacio seguro en el interior, reforzar la seguridad en el exterior y proporcionar entrenamiento adecuado son pasos esenciales para garantizar la seguridad y el bienestar de tu amigo peludo. Al tomar estas precauciones, puedes brindarle a tu perro un entorno donde pueda prosperar y disfrutar de una vida larga y feliz.
Juan Vázquez
Médico Veterinario