Mayor apego
Cuando hablamos de beneficios, no sólo nos referimos a los que nos proporcionan a las personas, sino también a nuestras mascotas. Cuando llega un cachorro o un perro adulto a nuestro hogar, existe la teoría de que debemos dejarlo en una estancia separada a la nuestra para dormir, con ropa que huela a nosotros, despedirnos para avisarle de que vamos a estar durmiendo, etc. Pero en el supuesto de que tengamos un cachorro que le acaban de separar de su familia (madre y hermanos), lo esperable es que se pase la noche llorando porque, como es lógico, los echa de menos. Pero, ¿Qué sucede si le dejamos entrar en nuestra habitación o, mejor incluso, en nuestra cama? Que la sensación de tranquilidad para el cachorro aumenta, ya que lo que conoce es la compañía, el calor y el olor de su madre y hermanos. Ya que su familia somos ahora nosotros, ¿por qué no podemos darle eso mismo? De esta manera, el vínculo que se creará será más fuerte.
Tranquilidad
Las personas que duermen con su perro, suelen describir una mayor sensación de tranquilidad al sentirse más acompañados, incluso menor sensación de miedo, si es que suele presentarlo.
Descanso
En este punto hay que matizar que, en función del tamaño de nuestro perro, el descanso puede verse más o menos afectado. Si tenemos un perro de tamaño pequeño, no suele verse afectada la calidad del sueño, ya que el espacio del que disponemos para movernos por la noche no varía prácticamente. Pero la situación varía si el perro es de raza grande o incluso gigante. En este caso, puede que, si el perro tiende a dormir apoyado en nosotros o muy próximo, podamos sentirnos privados de movimiento y espacio, por lo que quizás compartir cama no es la mejor idea. Pero como alternativa, podemos prepararle su propia zona de sueño cerca de nuestra cama.
Calor
¿A quién no le gusta meterse en la cama en los meses fríos con una fuente de calor? Pues no hay mejor calor que la de otro ser vivo y los perros desprenden temperatura suficiente para prepararnos para un sueño placentero. De este modo, ahorraremos en calefacción.
Disminuye el estrés, la ansiedad e incluso la presión arterial
Se ha demostrado que dormir con nuestro perro disminuye la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además, ayuda a conciliar el sueño, lo que beneficiaría a las personas que padecen insomnio.
No debemos olvidar que, si vamos a compartir cama con nuestra mascota, es recomendable extremar las medidas de higiene, como procurar que esté lo más limpio posible, en especial las patas, y que esté desparasitado correctamente.
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