El champú seco, como su propio nombre indica, es una opción higienizaste útil y eficaz para dar un baño a nuestros perros, sin necesidad de agua. Este producto se utiliza cuando queremos dar al animal un baño rápido, cuando este tiene miedo al agua, o cuando existen bajas temperaturas y queremos evitar posibles complicaciones.
¿Cómo debo usar el champú?
Es muy sencillo de aplicar, además de ser muy bien tolerado ya que el perro no sentirá ninguna sensación extraña.
En primer lugar, conviene realizar un primer cepillado para soltar nudos y eliminar impurezas. Luego extenderemos el producto por el pelo del animal, y lo distribuiremos uniformemente por el pelaje. A continuación, esperaremos el tiempo marcado por el fabricante.
Tras la espera, procedemos a retirar los restos del producto con ayuda de un paño o una toalla, ¡y listo! Las partículas de suciedad quedaran atrapadas y tendremos al perro limpio y guapo en tan solo unos minutos. Para eliminar correctamente los restos del champú, puede ser conveniente realizar un segundo cepillado.
¿Con qué frecuencia debo usarlo?
La frecuencia con la que se puede aplicar, es similar a la de los champús normales. Se puede utilizar perfectamente un par de veces al mes. No obstante, si fuera necesario, se puede aplicar mas asiduamente. No obstante, conviene consultar las indicaciones del fabricante, ya que existen productos adecuados para uso frecuente.
¿Puede mi perro ser alérgico?
La mayoría de los champús que se comercializan, cumplen unas estrictas medidas de seguridad para garantizar su idoneidad para su uso en mascotas. No obstante, cada perro es un mundo, y potencialmente, pueden ser susceptibles de desarrollar alergia a alguno de los componentes de este producto.
En caso de notar alguna reacción alérgica, como picor o enrojecimiento de la piel, convendría aclarar rápidamente con abundante agua, y contactar con el veterinario para que nos aconseje que hacer.
Juan Vázquez
Médico veterinario
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