El que tu perro tenga esa cara de lástima, que realice gemidos o chillidos o que simplemente no deje de ver cada bocado que te llevas a la boca puede resultar un poco molesto y a veces es difícil recordar que nuestro perro no debería comer de nuestra comida, pero resulta difícil negársela.
Siempre es mejor prevenir
- ¡NUNCA! darle comida en la mesa y asegurarnos que nadie de la familia le de la más mínima prueba. El perro debe comer siempre su pienso especial adaptado para su estilo de vida, su edad y tamaño.
- Si tendrás invitados en casa, explicarles que no pueden dar comida en la mesa, pero siempre hay quien no pueden resistirse a esa mirada lastimera, así que asegúrate de que la cumplan.
- Dale de comer a el primero su pienso favorito, así cuando sea la hora de la comida ya no tendrá tanta hambre, algunos preferirán reposar la comida con una siesta mientras ustedes comen.
Si te saltaste la prevención, no te preocupes lo puedes corregir
- Acostumbrar a nuestro perro a que permanezca echado y relajado cerca de la mesa, elige un rincón de tu comedor donde no moleste al paso, colócale ahí una manta o cama, algo donde se sienta cómodo, y pide que se tumbe, así cada que se acerque a la mesa a pedir comida le dices “NO” y lo diriges de nuevo a su cama con un premio (para perros) y se lo entregas en su lugar.
- Recuerda crear una rutina con este ejercicio ya sea que estés comiendo o no y usa comando cortos como “NO” y “cama” para indicarle que es lo que quieres.
- Una vez logres que tu perro no se levante de su lugar siéntate a la mesa si el perro se queda en su sitio dale su premio, si se levanta corrige e inténtalo de nuevo.
Crear rutinas le ayudara a comportarse mejor, después de mucho trabajo, dedicación y esfuerzo tu perro entenderá que de la mesa ya no podrá obtener nada.
Vania García
Médica Veterinaria, especialista en comportamiento animal.
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