Condicionamiento operante en perros

¿Qué es el condicionamiento operante en perros?

El condicionamiento operante en perros es un método de aprendizaje mediante el cual, el perro es capaz de modificar la frecuencia de una determinada conducta mediante el uso de premios o castigos, entendiendo que ambos suceden como una consecuencia inmediata a dicha conducta cuya frecuencia se desea modificar.

¿Cuándo aplicar el condicionamiento operante?

Dejando de lado la aburrida teoría, vamos a la parte práctica. ¿De qué sirve todo en la educación de un perro? El condicionamiento operante considera varias vías de aplicación del sistema de premios y castigos.

• Refuerzo positivo: El más eficaz para los perros, y que seguramente todos hayáis usado. No es más que recompensar al animal cuando hace algo bien. Dar una gominola al perro cuando se sienta tras haberle dado la orden, es un refuerzo positivo. Es un mecanismo básico de educación canina, ampliamente utilizado y para el cual no es necesario tener demasiada experiencia en cuanto a adiestramiento canino se refiere.
• Refuerzo negativo: Sucede de forma inversa al anterior. En este caso, el refuerzo sucede cuando se retira un elemento. Por ejemplo, un perro con miedo que gruñe cuando le acarician, y deja de ser acariciado. El perro con miedo no quiere caricias, si al gruñir cesan las caricias, el perro gruñirá siempre que sea acariciado.
• Castigo positivo: Al contrario que en el refuerzo, en esta ocasión una conducta indebida del perro, conllevará un castigo. En el castigo positivo, la acción correctiva se ejerce de forma directa sobre el animal, tras una mala acción. Por ejemplo, lanzar un chorro de agua al perro si le vemos mordiendo un mueble. En este punto, recordar que el castigo positivo debe de ser llevado a cabo con cuidado y siempre bajo supervisión experta. Este tipo de condicionamiento operante, mal ejecutado, puede conllevar serios trastornos conductuales en el perro.
• Castigo negativo: Aquí, el castigo se ejerce por la retirada del estímulo. El más habitual consiste en la detención del juego, si el perro comienza a mostrar conductas inadecuadas, como morder. Este método de aprendizaje es utilizado por la madre sobre sus cachorros.

Estas son las formas básicas de aplicación del sistema de aprendizaje basado en el condicionamiento operante. La mayoría de los animales, son capaces de aprender todo lo necesario para relacionarse de forma adecuada con su entorno. No obstante, en casos refractarios, puede ser necesaria la intervención de un profesional.

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Juan Vázquez

Médico veterinario