Dificultades de aprendizaje en cachorros

Hacer sus necesidades, el principal problema


Los cachorros, como los niños pequeños, hacen sus necesidades de forma espontanea y sin control. Pero a diferencia de los primeros, los segundos crecen y aprenden a manejar esta conducta mucho antes. Un cachorrito debería de comenzar a entender donde está su “retrete, a partir de los 2-3 meses de vida.


En ocasiones, retrasar el aprendizaje de esta conducta, puede suponer que tengamos dificultades en el manejo a largo plazo, y estemos todo el tiempo con la fregona en la mano. Para prevenirlo, es importante trabar este habito en cuanto el perro pueda salir a la calle. Del mismo modo, también es muy importante que consuman un alimento de calidad.


Relacionarse con perros, gatos u otras personas


Otro problema habitual en el aprendizaje de los cachorros, tiene que ver con su capacidad para relacionar se forma amistosa con sus congéneres perrunos y con los demás animales y humanos.

De forma similar al ejemplo anterior, debemos de comenzar a pasear por la calle en cuanto sea posible. De este modo, el cachorro se acostumbrará a estar en contacto con otros animales, que en su momento fueron extraños, y que con el tiempo pasarán a serle familiares.

El momento ideal para realizar esta etapa de sociabilización, es entre los 2 y 4 meses, que es cuando el animal está mas receptivo a este tipo de estímulos novedosos. A esta edad también debemos hacer la transición a pienso juvenil.


Problemas de mordida


Los cachorros se relacionan con sus hermanos, en gran parte, con la boca. Son frecuentes los lametones y los mordiscos en las camadas de perritos. Es una conducta perfectamente normal, que refuerza los lazos familiares y capacita para entender las relaciones con otros seres vivos.


Sucede en ocasiones, que cuando los cachorros son destetados de forma precoz, esta conducta normal, se puede llevar al extremo. Si la madre no tiene oportunidad de enseñar al cachorro cuando y con cuanta intensidad se puede morder, el joven perro puede no tener demasiado control sobre la fuerza de su mordida. Esto se traduce en mordiscos y agresiones a sus nuevos dueños o a otros compañeros de juego.


Esperamos que estos consejos sean de utilidad y sirvan para tener en cuenta y evitar los problemas de aprendizaje que con mayor frecuencia desarrollan los cachorros.

Juan Vázquez

Médico veterinario


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