El aprendizaje del perro por condicionamiento clásico

Formas de aprendizaje

El condicionamiento clásico es una forma de aprendizaje basada en la respuesta automática a ciertos estímulos. Este tipo de herramienta resulta muy eficaz, y existe de forma natural en la vida del perro sin necesidad de trabajar en ella. Por ejemplo:

  • El perro que se emociona de alegría cada vez que el propietario coge la correa porque lo asocia con salir a la calle.
  • Tras abrir el saco de pienso, el perro corre a su comedero porque sabe que le toca comer.

Estos dos son ejemplos de condicionamiento clásico en los que, de forma innata, el perro ha aprendido la relación entre dos determinados estímulos.

Pavlov, la campana del perro

Ampliamente conocidos son los perros del experimento de Pavlov, uno de los científicos que estudió este tipo de condicionamiento. Estos perros producían saliva cuando oían la campana que habían asociado a la administración de comida. Pavlov demostró que se podía producir una respuesta fisiológica ante un estímulo para el cual, en condiciones normales, no existiría. Por ejemplo, un perro cualquiera no produce saliva ante el sonido de una campana.

¿Cómo utilizar el condicionamiento clásico en la educación canina?

Para poner un ejemplo de aprendizaje basado en condicionamiento clásico, podemos basarnos en el primer ejemplo citado anteriormente. Un perro con ansiedad por separación, que se vuelve loco cuando su propietario se va. Un método eficaz de modificación de conducta consiste en reacondicionar al perro para que no entienda que cada vez que el propietario coge las llaves, va a salir de casa. Y ello se puede conseguir cambiando ese estímulo condicionado, y cogiendo las llaves un tiempo antes de salir de casa.

La clave de este modelo de aprendizaje radica en utilizar ese estimulo para redirigir la conducta. En el ejemplo anterior, se corrige la asociación de coger las llaves con la salida del propietario.

También puede utilizarse en sentido contrario, por ejemplo, usando la campana del experimento de Pavlov para acomodar al perro a una situación desagradable.

Este es solo uno de los ejemplos de cómo se puede utilizar esta herramienta para corregir y modificar conductas en los perros. No obstante, siempre que exista un problema de conducta a solucionar, es conveniente contactar con un profesional que supervise el proceso.

 

Juan Vázquez

Médico veterinario


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