Seguro que muchos de nosotros recordamos las espinacas con cierta repulsión, hasta con asco, de nuestra época juvenil. El sempiterno puré verde radioactivo que nos teníamos que comer a la fuerza, pero que desconocíamos que estaba cargado de vitaminas y minerales. Las espinacas son unas verduras geniales que tienen un gran valor gastronómico. A continuación, te explicamos si los perros pueden comer espinacas y beneficiarse de los nutrientes que las componen.
Las espinacas, la verdura verde
La espinaca es una verdura, concretamente una planta, de la familia de las amarantáceas. En el caso de la espinaca, es comestible la parte de la hoja, incluso de parte del tallo.
Es una planta que está distribuida mundialmente, y de la que se puede disfrutar todo el año. En el mercado la podemos encontrar en crudo, o envasada. También podemos encontrarla congelada.
Es una verdura muy versátil, que se puede consumir de muchas formas. Tanto en ensalada, como en purés, incluso batidos.
¿Los perros pueden comer espinacas?
Los perros pueden comer muchas frutas y verduras. Otras, por el contrario, están completamente contraindicadas. En el caso de las espinacas, la cosa es más compleja.
En este caso, la posibilidad o no de comer espinacas, depende de la dosis. Las espinacas no pueden ser consumidas en grandes cantidades por nuestro perro, ya que pueden causarles problemas renales.
No obstante, no pasaría nada porque consuman un par de fragmentos de hojas de pequeño tamaño.
En este caso, en opinión del que escribe, dado que tenemos un gran abanico de frutas y verduras seguras para nuestros perros, desaconsejo la administración de espinacas. Por ejemplo, en alimentación de razas de perros pequeñas, podemos tener problemas aunque consuman poca cantidad.
Si bien es cierto que en pequeñas dosis pueden aportarle vitaminas, otras verduras también las aportan, sin los riesgos potenciales añadidos.
Mezcla de pienso con otros alimentos
Si bien es cierto que los perros se pueden beneficiar del aporte de nutrientes de otros alimentos, cabe recordar que el componente mayoritario de su dieta diaria debe ser el pienso. Para alimentar a un perro, siempre optaremos por un pienso de calidad, personalizado para su etapa de vida.
Si queremos mezclar el pienso con otros alimentos ricos en vitaminas, estos nunca deberán representar un porcentaje de más del 10 por ciento de su ración.
Asimismo, deberemos consultar con el veterinario la idoneidad de dichos alimentos. De este modo evitaremos sustos, como intoxicaciones y problemas de salud.
Juan Vázquez
Médico veterinario