No hay duda de que el mejor acompañamiento de una buena bandeja de gambas, es una copa de albariño. Sabemos que los perros, lógicamente, no pueden beber vino. Pero…¿Los perros pueden comer gambas?. Te lo contamos en el siguiente enlace.
Las gambas, el marisco por excelencia
Existen muchos tipos de marisco, y las gambas es uno de los más populares. Arroz, pasta, sopa, o solas. Existen muchas formas de consumir las gambas, y todas son deliciosas.
Las gambas son un tipo de alimento muy selecto, ya requieren un cuidado especial durante su producción y manejo. Por ejemplo, la recolección de zonas especiales donde exista buena calidad de las aguas para evitar sustancias tóxicas. Asimismo, también existen personas o animales que no toleran este tipo de marisco, sufriendo reacciones alérgicas tras su consumo. Del mismo modo que pueden no tolerar los cereales y necesitar un pienso grain free.
¿Los perros pueden comer gambas?
Ante todas estas premisas, ya podéis suponer que en general, las gambas no son alimentos demasiado adecuados para los perros. Uno de los factores que condicionan que no sean alimentos aptos para los canes, es la elevada cantidad de proteína y ácido úrico.
Si bien los perros son capaces de tolerar estos elementos, en especial las proteínas, como las presentes en los piensos de calidad, no conviene aportarlos de forma innecesaria a la dieta, especialmente si de dálmatas se refiere. Los dálmatas tienen un defecto congénito en la metabolización del ácido úrico, por lo que en este caso concreto estaría completamente contraindicado.
En el caso de otras razas, si bien no es un alimento tóxico como tal, tampoco estaría demasiado recomendado ofrecer gambas a los perros. Esto no quiere decir que se vayan a enfermar por comerse una pieza de gambas, pero no es aconsejable su consumo de forma general. No obstante, si estamos celebrando una comida especial y queremos añadir una gamba al pienso natural del perro, no va a pasar nada.
Gambas y contraindicaciones
No obstante, debemos ser conscientes de que las gambas pueden causar una reacción alérgica tras su consumo. Por tanto, debemos valorar que cabe la posibilidad de que tengamos que acudir al veterinario tras el consumo del marisco.
Por otra parte, elementos duros como restos del caparazón que recubre este alimento, pueden causarles atragantamientos o vómitos. También puede ocasionar obstrucciones intestinales en caso de que los ingieran en grandes cantidades.
En resumen, si bien las gambas no son tóxicos, dado lo anteriormente expuesto, desaconsejamos su consumo, al menos de forma frecuente.
Esperamos que este artículo sobre si los perros pueden comer gambas, os haya resultado interesante y esclarecedor.
Juan Vázquez
Médico veterinario