Cuando se trata de la alimentación de los perros con huesos, la polémica está servirá. Más aun cuando se trata de huesos de pollo. Huesos si, huesos no… Si alguna vez has participado en este debate, o te interesa el tema, sigue leyendo. En este artículo, te explicamos si los perros pueden comer huesos de pollo.
¿Los perros pueden comer huesos de pollo?
En primer lugar, aclarar que existe mucha controversia sobre este asunto. Por lo tanto, este artículo va a ser escrito en base a la experiencia y opinión de un servidor. No voy a decir que tenga la razón absoluta, es solo una valoración en base a la experiencia y el conocimiento adquirido.
La respuesta es que si, por poder, sí pueden comer huesos de pollo. Del mismo modo que también pueden comer un trozo de palo. Con esto quiero decir, que no es algo tóxico ni que les vaya a producir, de forma segura, un incidente.
No obstante, la pregunta es la siguiente ¿Es necesario? ¿Les aporta algún beneficio irremplazable? ¿Los posibles riesgos compensan los beneficios? Por lo tanto, vamos a discutir estas cuestiones.
Huesos de pollo y perros
Respondida la primera pregunta, donde decimos que si, en principio pueden comer huesos de pollo, vamos a seguir explorando el tema. ¿Son necesario? Por supuesto que no. A nivel nutricional, no les aportan nada que el pienso o un alimento de calidad no contenta. Es decir, no son necesarios para su desarrollo. Si que es cierto que pueden aportar calcio y magnesio, pero si alimentamos al perro con un pienso natural de calidad, no necesitaremos estos minerales adicionales.
El tema de ser útiles para limpiar los dientes, servidor discrepa bastante. Para tal efecto, existen múltiples productos que arrojan resultados mucho más satisfactorios. Podemos encontrar en el mercado, desde barritas hasta geles dentífricos, u otros aditivos para el pienso o el agua de bebida.
Si que es cierto que pueden ser interesantes a la hora de favorecer el comportamiento de masticación del perro. Pero, del mismo modo, existen otras herramientas especialmente diseñadas para tal fin. Por ejemplo, premios especiales o juguetes rellenables con comida.
Riesgos de los huesos de pollo
Ahora, como ya hemos explorado los posibles beneficios, vamos a sumergirnos en los riesgos. En primer lugar, el riesgo de astillamiento. Si bien es cierto que no ocurre con tanta frecuencia como se piensa, ocurre. Es decir, que un perro se coma un hueso de pollo no implica que, necesariamente, vaya a sufrir una lesión a consecuencia de ello.
No obstante, el riesgo existe. Especialmente si los huesos son pequeños, secos, y puntiagudos. Por lo tanto, si tenemos el riesgo. ¿Existe necesidad de acometerlo, si no aportan ventajas imprescindibles?
Por otra parte, y no menos importante, el riesgo de estreñimiento. Este riesgo es mayor cuantos más huesos come el animal. Debemos recordar que el hueso es una matriz de minerales. Estos hacen que el transito gastrointestinal pueda enlentecerse y formarse pelotas de heces por culpa de estos minerales.
En casos de perros pequeños, o animales grandes que coman muchos huesos, podemos estar ante casos de estreñimientos de gravedad variable. En determinados casos, hasta puede ser necesaria la cirugía en caso de obstrucción intestinal.
Ahora que hemos expuestos lo posibles beneficios y riesgos, cada uno que saque sus propias conclusiones. En opinión del que escribe, los perros pueden comer huesos de pollo, pero no deben hacerlo. Esperamos que este texto os haya resultado interesante y clarificador.
Juan Vázquez
Médico veterinario