¿Los perros pueden comer mariscos?

Pocas cosas hay mejores que comerse una buena mariscada, acompañada de un buen albariño, en cualquier restaurante de la costa de Galicia. Este manjar de dioses es un producto muy apreciado en nuestra gastronomía, pero como ya sabéis, hay muchos alimentos que son tóxicos para nuestros perros. Hoy os vamos a explicar si los canes pueden o no comer marisco.

¿Qué es el marisco?

El marisco es una variedad de alimentos de origen marino. Existe una gran variedad de mariscos, todos ellos invertebrados, algunos con concha, como mejillones o zamburiñas, otros con exoesqueleto, como langostinos o bogavantes, y otros miembros de otras familias, como pulpos o calamares en representación de los cefalópodos.

Los mariscos son unos alimentos muy selectos, ya requieren un cuidado especial durante su producción y manejo. Por ejemplo, la recolección de zonas especiales donde exista buena calidad de las aguas para evitar sustancias tóxicas. Asimismo, también existen personas o animales que no toleran el marisco, sufriendo reacciones alérgicas tras su consumo. Del mismo modo que pueden no tolerar los cereales y necesitar un pienso grain free.

Perros y marisco

Ante todas estas premisas, ya podéis suponer que en general, el marisco no es demasiado adecuado para los perros. Si bien es cierto que existen infinidad de mariscos, cada uno con sus propiedades nutricionales características, el denominador común de es la elevada cantidad de proteína y ácido úrico.

Si bien los perros son capaces de tolerar estos elementos, en especial las proteínas, como las presentes en los piensos de calidad, no conviene aportarlos de forma innecesaria a la dieta, especialmente si de dálmatas se refiere. Los dálmatas tienen un defecto congénito en la metabolización del ácido úrico, por lo que en este caso concreto estaría completamente contraindicado.

En el caso de otras razas, si bien no es un alimento tóxico como tal, tampoco estaría demasiado recomendado ofrecer marisco a los perros. Esto no quiere decir que se vayan a enfermar por comerse un mejillón o un langostino, pero no es aconsejable su consumo.

Por otra parte, elementos duros como restos de concha y caparazón, pueden causarles atragantamientos, vómitos, u obstrucciones intestinales en caso de que los ingieran.

En resumen, si bien no el marisco no es tóxico, dado lo anteriormente expuesto, desaconsejamos su consumo, al menos de forma frecuente.

Juan Vázquez

Médico veterinario


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