Signos corporales
Cuando vemos a nuestro perro agachar la cabeza y las orejas, evitar nuestra mirada, esconder la cola entre las patas, incluso moverla lentamente, inclinarse hacia el suelo y, a veces, levantar una pata delantera, nos está expresando miedo. Esta expresión típica la solemos confundir con culpa. Creemos que el perro se siente arrepentido por algún acto que considera que no nos gusta y nos está expresando culpa por ello. Pero, ¿es realmente así?.
Emociones sencillas y complejas
Todos los animales, incluidos los humanos, sentimos emociones sencillas, como la alegría, la tristeza o el miedo. El miedo es fundamental en la naturaleza, ya que hace que, ante una situación de amenaza, podamos huir. Pero las emociones complejas dependen de la evolución y la complejidad del cerebro. Los seres humanos somos los que mayor complejidad en la estructura cerebral poseemos, lo que nos capacita para sentir emociones casi únicas para nuestra especie, como la frustración o la culpa.
Entonces, ¿qué expresan los perros cuando parece que se arrepienten?
Según los estudios realizados para demostrar si los perros sienten culpa, parece ser que la percepción del dueño tiene bastante influencia en lo que creemos que expresan. Es decir, si creemos que el perro está arrepentido, percibiremos más las expresiones de miedo descritas anteriormente que si creemos que no ha realizado un determinado acto o que no está arrepentido.
Cuando regañamos a nuestro perro, percibe por nuestro lenguaje corporal una señal de amenaza, por ello adopta esa expresión característica, fruto del miedo. Pero no parece que esté experimentando arrepentimiento por lo que ha hecho, ni siquiera que sepa que lo que ha hecho está mal. ¿Cuántas veces hemos regañado a un cachorro por haberse hecho pis en casa, por ejemplo y la siguiente vez lo hace igual? A pesar de la cara de pena característica, no sabe que lo que ha hecho está mal, sólo sabe que le estamos regañando y eso le hace expresarse de esa manera. Esta capacidad expresiva es mayor en cachorros, debido al gran tamaño de sus ojos.
El estudio de las emociones de los animales es complicado, ya que no pueden expresarse verbalmente, por eso en muchas ocasiones depende de la interpretación de los investigadores o de los propietarios.
Actualmente las conclusiones son que no parecen sentir culpa, pero ¿quién sabe si dentro de unos años se descubrirá lo contrario?
Paula Gimeno
Médica Veterinaria
Leave a Reply
You must be logged in to post a comment.