Mi perro se ha roto la uña, ¿y ahora qué?

Las uñas de los perros son estructuras bastante duras que protegen una parte blanda, en la que se encuentra la vascularización (pequeños vasos sanguíneos) y la pulpa de la uña.

Cuando la uña se parte puede generar bastante dolor, en función de la extensión de uña rota que haya.

Puede que se haya roto sólo la parte de la punta, que se rompa a lo largo o que se parta en la base de la uña (lo que la une a la piel) o entre medias de la punta y la base.

¿Qué puedo notar en mi perro si se ha roto una uña?

Lo más frecuente es el lamido constante de la pata. Una uña partida es bastante molesta, por lo que el perro se lame para tratar de aliviar esa molestia.

Pueden cojear, en función de la zona en la que se haya partido, ya que cuanto más suelta esté, más se moverá al apoyar la pata y más le dolerá.

A veces se observa algo de sangre, por quedar expuesta la vena.

¿Puedo hacer algo?

Si crees que tu perro se ha roto una uña, lo mejor es que acudas al veterinario.

Puedes cubrirle la pata con un calcetín, una bota o un vendaje sin apretar para que le proteja del contacto con el suelo. Si ves que sangra, apriétale el dedo (si te deja, ya que algunos no permiten que les toquen la pata por el dolor que sienten) para parar el sangrado, aunque no suele ser abundante y remite rápido.

En el veterinario, en función de cómo se haya roto la uña, se suele quitar la uña afectada, ya que produce más dolor llevarla suelta que no llevarla. Se puede poner un vendaje para que no le duela al caminar y, cuando le vaya saliendo la uña nueva, le protegerá de nuevo. Si la uña no está partida por una zona en la que se pueda extraer, habrá que esperar a que vaya creciendo para solucionarlo.

Prevención

Muchos perros que se parten las uñas las tienen demasiado largas, por lo que es fundamental que las uñas estén a la longitud adecuada para evitar que se enganchen o se partan al pisar por algunas superficies.

Algunas razas, como Mastines, suelen tener dedos extras afuncionales, con mucha tendencia a llevarse enganchones y partirse uñas.

En otras ocasiones, hay perros que tienen las uñas más quebradizas y se rompen con frecuencia. Puedes ponerle botas si vais a salir por algún terreno con rocas, por ejemplo, que puede tener más riesgo de que se rompan.

Y si ves que tu perro cojea o se lame una pata de manera compulsiva, acude a tu veterinario para que valore si hay algo que no va bien.