Mi perro es agresivo con otras personas, ¿por qué y cómo solucionarlo?

Tipos de agresividad

  • Agresividad orgánica: se produce cuando hay un problema físico que genera dolor o un estado de alerta o, por el contrario, de apatía, que dan lugar a que el perro se comporte de manera agresiva cuando se le toca sobre la zona dolorida, por ejemplo. Hay también enfermedades neurológicas y endocrinas que favorecen la aparición de conductas agresivas.
  • Agresividad por miedo: el perro manifiesta miedo ante determinadas situaciones y su forma de escapar de ese miedo es mordiendo o amenazando.
  • Agresividad por dominancia: el perro considera que es el dominante de la manada y manifiesta agresividad si se siente “retado” por otro individuo (perro o persona).
  • Agresividad maternal: una perra defiende su camada, mostrando agresividad si alguien se acerca a sus cachorros.
  • Agresividad por territorio: el perro considera ese territorio como suyo y el que intente acceder se encontrará un guardián que no se lo va a poner fácil.
  • Agresividad predatoria: por el instinto de caza, esta conducta se manifiesta hacia su presa en la caza.
  • Agresividad idiopática: no tiene un desencadenante, aparece sin causa y se descartan todos los tipos anteriores de agresividad.

Cuando se muestran agresivos con personas

Cualquiera de los tipos de agresividad anteriores pueden mostrarse hacia personas. Quizás el desencadenante más frecuente sea el miedo, aunque la dominancia también da lugar a bastantes muestras de agresividad.

Las personas tenemos mucha influencia en la manifestación de conductas agresivas, ya que en muchas ocasiones somos nosotros los que fomentamos esos comportamientos sin ser conscientes de ello. Un ejemplo sería el juego cuando son cachorros: si jugamos a que gruñan, permitimos que nos muerdan y fomentamos la “rabia”(no como enfermedad, sino como emoción), ellos consideran que esa conducta es correcta y seguirán manifestándolo cuando sean adultos.

La socialización en la etapa de cachorro es fundamental. Por desgracia, la separación temprana (antes de las 8 semanas de vida, aunque lo ideal sería no antes de las 12) de la madre y los hermanos, es una práctica muy habitual. Lo que se está estudiando es la influencia de esa separación en el desarrollo de problemas de conducta en la etapa adulta (ansiedad por separación, agresividad, etc.). Por este motivo, si el cachorro ha sido separado precozmente, las personas debemos suplir esa falta de socialización, mediante interacción con el cachorro, pero también procurando que tenga contacto con otros perros lo antes posible.

Si el perro adulto muestra agresividad, lo mejor es acudir a un profesional (adiestrador o etólogo, dependiendo de cuál sea el problema) para valorar la situación y poder realizar una terapia adecuada.

Nunca intentes corregirlo tú sin tener los conocimientos necesarios, ya que un refuerzo negativo, por ejemplo, en un perro agresivo, puede tener consecuencias irreversibles.


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