¿Es cierto que los perros con pelaje blanco tienen más probabilidades de ser sordos?

Sordera

El oído está conectado con el cerebro, de manera que cuando se percibe un estímulo auditivo, mediante diferentes mecanismos físicos y conexiones nerviosas, este estímulo llega al cerebro, dando la información de lo que se ha percibido.

Cuando un individuo, en este caso un perro padece sordera, es incapaz de oír, por lo que no recibe los estímulos del ambiente mediante esta vía auditiva.

La sordera puede ser congénita, es decir, que nace con ella; o adquirida, que puede desarrollarse por una enfermedad, una intoxicación, fármacos, traumatismos o por la edad, por ejemplo.

Cuando hablamos de sordera adquirida, el color del pelo del perro no influye, ya que son otros factores ajenos al genético los que intervienen en la pérdida de este sentido.

En cambio, cuando encontramos un caso de sordera congénita, en el caso de que el perro nazca sordo, podemos valorar causas genéticas. Es en estos casos en los que se ha asociado el color blanco del pelo del perro con sordera.

Causa genética

Los genes encargados de determinar el color del pelo determinan la cantidad de melanina que se produce también. Por esta razón, en algunos perro blancos, que no poseen melanina en su pelo, tampoco producen melanina en la zona del oído encargada de transmitir el impulso nervioso, el oído interno. Por este motivo, el perro no oye o no puede oír de forma limitada.

Pero esto no sucede en todos los perros blancos, por lo tanto, NO todos los perros blancos son sordos. Ni todos los perros sordos son blancos.

Existen razas (Bóxer, Dálmata, Bull Terrier, etc) en las que se ha descrito esta alteración con más frecuencia que en otras. Pero esto tampoco quiere decir que los perros de estas razas sean sordos.

Además, esta característica no es visible, ya que el oído interno no se explora desde el exterior del conducto auditivo.

¿Cómo me doy cuenta?

Por lo tanto, si un perro es sordo, nos daremos cuenta por su comportamiento. Además, como les sucede desde cachorros, no apreciaremos un cambio en su comportamiento, como sí sucede en el caso de la sordera en perros geriátricos.

Generalmente, lo que apreciamos es que si le llamamos, no nos hace caso, sólo si nos ve o nos huele sabrá que le estamos reclamando.

Un perro sordo es perfectamente capaz de vivir en un hogar con una familia que le dé amor. Sólo habrá que tener un poco de paciencia para enseñarle ciertas cosas, pero con ingenio y con técnicas que no requieran de su atención auditiva, lo conseguiremos sin duda.