Desde tiempos inmemoriales, los perros han sido animales sociables y dependientes de sus sentidos para interactuar con el mundo que los rodea. Uno de los comportamientos más comunes entre estos animales es el olfateo mutuo cuando se encuentran. Este ritual aparentemente simple pero fundamental, donde los perros se huelen entre sí, tiene profundas razones. A continuación explicaremos los motivos de por que los perros se huelen entre ellos.
El poderoso sentido del olfato canino
El olfato de los perros es excepcionalmente desarrollado, siendo su sentido más agudo. Su nariz está equipada con hasta 300 millones de receptores olfativos, en comparación con los 6 millones que tienen los humanos. Además, la parte del cerebro dedicada al procesamiento olfativo es mucho más grande en los perros que en nosotros.
Así, esta impresionante habilidad les permite percibir olores de manera extremadamente detallada y distinguir una amplia gama de aromas, incluidas feromonas y otras señales químicas que emiten los individuos de su especie.
Cuando los perros se huelen entre sí, están llevando a cabo una forma de comunicación canina que va más allá de nuestras capacidades de percepción. Los perros pueden identificar a otros individuos a través de su olor, lo que les brinda información sobre su género, estado emocional, edad, distinguiendo entre perros cachorros o seniors, por ejemplo, salud, ciclo reproductivo y más.
Por tanto, este acto de olfateo mutuo es como una tarjeta de presentación en el mundo canino, permitiéndoles reconocerse y obtener datos relevantes sobre el otro perro.
Por qué los perros se huelen. Estableciendo jerarquías y vínculos sociales
El olfateo también juega un papel importante en el establecimiento de jerarquías y vínculos sociales entre los perros. Al olerse mutuamente, pueden determinar quién es el líder, quién es el subordinado y cómo encajan en su grupo social. Esta información es vital para mantener la armonía dentro de una manada o grupo de perros.
Además, cuando los perros se huelen entre sí, también están intercambiando feromonas y otras señales químicas. Estas sustancias químicas transmiten mensajes complejos sobre el estado emocional del perro, como el miedo, la ansiedad, la excitación o la calma. Además, las feromonas pueden enviar señales de advertencia o amistad, lo que ayuda a prevenir conflictos o facilitar encuentros positivos.
Identificación y memoria olfativa
El olfato no solo es útil para reconocer a otros perros en el presente, sino también para recordar encuentros pasados. Los perros pueden recordar olores específicos y asociarlos con experiencias pasadas. Esto les permite reconocer a otros perros con los que han interactuado anteriormente. Esta memoria olfativa refuerza los lazos sociales y puede ser fundamental para la cohesión en una manada o comunidad canina.
En conclusión, el acto de olfateo mutuo entre los perros es mucho más que una simple curiosidad canina. Representa una herramienta de comunicación, reconocimiento y establecimiento de vínculos sociales. El poderoso sentido del olfato de los perros les brinda un mundo de información sobre el otro individuo. Esteo les permite entender mejor su entorno y mantener relaciones interpersonales armoniosas.
Si bien nosotros, como humanos, no podemos comprender completamente la profundidad de la comunicación a través del olor, observar a los perros interactuar de esta manera nos recuerda la rica y compleja vida social que existe en el reino animal. Además, esta es una de las muchas razones por las que los perros son considerados “el mejor amigo del hombre”. A través de su comportamiento, pueden enseñarnos valiosas lecciones sobre el valor de la comunicación.
Juan Vázquez
Médico Veterinario