Las mudanzas son frecuentes en los tiempos convulsos que vivimos hoy en día. Los perros, como miembro de pleno derecho de nuestra familia, también participan y sufren de estos cambios de domicilio. Por este motivo, os vamos a explicar como podéis acostumbrar a los perros a convivir en los nuevos entornos.
Los perros son unos animales muy inteligentes, pero también muy sensibles a los cambios, como los cambios de pienso. Para ellos, su hogar es su territorio, su morada, su lugar de tranquilidad y su refugio. Por lo tanto, pueden no entender ni aceptar que se tengan que mudar de ese entorno que tanto les gustaba. Pero con los siguientes consejos, seguro que lo llevarán mucho mejor.
Planificar la mudanza
Lo primero que tenemos que hacer es planificar la mudanza. En la medida de lo posible, no conviene hacerla de forma drástica y de un día para otro. Siempre que podamos hacerla con antelación, conviene llevar al perro de visita a su nuevo hogar.
Del mismo modo que a nosotros nos tranquiliza ver el lugar donde vamos a vivir, al perro, aunque no vaya a pagar el alquiler, también le beneficia. En este sentido, y en la medida de lo posible, conviene que el perro haga alguna pequeña visita al nuevo hogar para que vaya familiarizándose con el entorno, los olores y los sonidos. En este nuevo lugar podemos tener su pienso favorito para hacer el proceso más agradable.
En este punto, podemos introducir previamente alguno de sus juguetes o utensilios, como comedero, bebedero, o alguna manta. De este modo, el lugar ya tendrá un olor familiar que hará que el animal se sienta más tranquilo y seguro.
Mudanza progresiva
Por otra parte, y de nuevo siempre que sea posible, especialmente si el perro sufre estrés en las primeras visitas, conviene hacer la mudanza de forma paulatina. Es decir, en lugar de ir a vivir al nuevo hogar directamente, pernoctar noches alternas, entre el piso nuevo y el piso antiguo, por ejemplo.
No obstante, y por suerte, los perros no suelen tener demasiado problema a la hora de cambiarse de hogar, por lo que este punto no suele ser necesario.
Además, también podemos trabajar el enriquecimiento ambiental del nuevo hogar para hacerlo más agradable al animal. Por ejemplo, podemos incluir juegos de olfato o de inteligencia, para hacer la situación más llevadera. También utilizar sonidos relajantes.
Esperamos que estos consejos os sean de utilidad y sirvan para hacer de la mudanza un proceso más agradable para vuestros perros.
Juan Vázquez
Médico veterinario
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