Color de encías
Algo tan sencillo y simple como es levantar los labios del perro y observar su color, nos puede arrojar valiosa información sobre su estado de salud. Su color normal es el rosa clarito, como nuestras encías. Si su color se torna blanquecino, amarillento, azulado o rojizo, es indicativo de que existe una enfermedad subyacente que debe de ser evaluada.
Cantidad de agua ingerida
Los perros suelen beber siempre la misma cantidad de agua en la misma situación. Es decir, en verano beben más agua, pero la beben durante todo el verano. En invierno beben menos, pero a lo largo de toda la estación.
Si notamos que el perro bebe más agua de la normal para esa época, y durante varios días, es probable que pueda estar sufriendo alguna enfermedad a nivel renal o hepático, por ejemplo. Por lo que debemos ponernos en alerta y contactar rápidamente con el veterinario. La cantidad de agua también puede variar en función del tipo de alimentación.
Aspecto de los ojos
Los ojos son el espejo del alma, y el reflejo del estado de salud. Estas estructuras, que de por sí son órganos y pueden sufrir enfermedades propias, también nos indican la presencia de algún proceso patológico a nivel sistémico.
Fijarnos en su coloración, presencia de manchas, existencia de hemorragias o vasos sanguíneos marcados, así como cualquier otra anormalidad estructural, es indicativa de alguna posible enfermedad subyacente.
Piel y pelaje
La piel es un órgano con una capacidad limitada para manifestar signos de infección, pero son muchas las enfermedades que hacen diana en esta estructura. Del mismo modo, incluir un pienso de calidad, por ejemplo de salmón, también influye en el aspecto del pelaje. Desde alteraciones hormonales, problemas con la nutrición, enfermedades infecciosas o procesos autoinmunes, se pueden manifestar con lesiones en la piel.
Lesiones como pérdidas localizadas de pelaje, hasta granos o enrojecimientos, pasando por manchas o caspa, nos dicen que hay algo que amenaza la salud de nuestro perro.
Posición del rabo
El rabo es un elemento básico en la comunicación no verbal de los perros. Conocer su funcionamiento resulta clave si queremos ser capaces de entender lo que el animal nos quiere transmitir. Ocurre con frecuencia que, cuando existe enfermedad, la posición del rabo es baja, incluso recogida entre las piernas. A esto le acompaña una merma general del carácter y alegría del perro, que suele confirmar la presencia de alguna dolencia.
Deseamos que estas pistas os resulten útiles y puedan servir para detectar de forma precoz cualquier posible enfermedad que atente contra los peludos.
Juan Vázquez
Médico veterinario
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