La medicina moderna se basa en métodos científicos basados en observaciones, ensayos, errores y resultados. No obstante, en los últimos años, han surgido terapias alternativas y menos convencionales, que ofrecen enfoques de medicina distintos a los planteados por la medicina moderna. En este artículo, vamos a hablar de las terapias holísticas y la posible aplicación a los perros.
La medicina holística se puede definir un modelo de enfoque multidisciplinar, que entiende en cuerpo y su salud como una relación de equilibrio entre las energías, las emociones, y otros aspectos no cuantificables. Por ejemplo, en medicina moderna, la anemia se puede medir como una disminución cuantificable en el valor de los glóbulos rojos. En las terapias holísticas, no se siguen estos valores numéricos, por lo que se realiza una cuantificación subjetiva.
En este sentido, dada la creciente popularidad que este tipo de terapias ha adquirido, hemos realizado una búsqueda en profundidad para examinar la validez de estas terapias. Tras bucear en importantes bases de datos científicas, hemos encontrado varios artículos que hablan del uso de estas terapias, aunque la mayoría en medicina humana y pocos en veterinaria.
En los artículos, muchos concluyen que son necesarias más investigaciones a este respecto. Por su parte, los artículos que aseguran la validez de este tipo de terapia, suelen ser casos concretos de pacientes individuales, no estudios a gran escala.
Necesidad de más estudios
Por otra parte, científicos importantes, como Edzard Ernst, se han encargado de estudiar la validez de este tipo de terapias, descubriendo desde el punto de vista científico, que no cuentan con ningún tipo de respaldo. En sus más de 350 artículos publicados, analiza la eficacia de este tipo de medicina, en los que el autor concluye que son ineficaces y hasta peligrosos.
Asimismo, existen otros estudios enfocados desde el punto de vista de la psicología, que arrojan resultados válidos sobre el efecto beneficioso de este tipo de terapias. De estos artículos se extrae que el paciente, por efecto real de la terapia o bien por efecto placebo, nota mejoras subjetivas en sus dolencias.
Asimismo, también ayuda a reducir los niveles de estrés, incidir en la producción de ciertos neurotransmisores y hormonas, y mejorar el estado de ánimo del paciente. Pero conviene evaluar si este efecto se produce realmente por un impacto real de la terapia, o por mediación de este efecto placebo.
No obstante, en caso de existir este efecto placebo, el beneficio de estas terapias, en principio, no sería aplicable a los perros, al no entender la finalidad de la terapia y no poder obtener resultados positivos del placebo.
En resumen, como habéis podido leer, las medicinas alternativas y la terapia holística, están cargadas de polémicas, por ahora, irresolubles. Por lo tanto, en opinión del que escribe, son necesarios muchos más estudios, llevados a cabo con rigor y un espacio muestral significativamente representativo, para poder demostrar la validez de dichas terapias.
Mientras tanto, y de nuevo en opinión del que escribe, resulta más conveniente acudir a las soluciones que nos ofrece la medicina moderna, con terapias y beneficios probados.
Siempre antes de recurrir a cualquier terapia es necesario acudir a nuestro veterinario de confianza. Y nunca debemos olvidar que una alimentación de calidad es esencial para una buena salud física y mental.
Juan Vázquez
Médico veterinario
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