Criptorquidia canina

Causas de la criptorquidia

La criptorquidia tiene un origen genético, ya que los padres pueden transmitir en sus genes esta característica.

Cuando el cachorro nace, los testículos (que se han formado durante la gestación), descienden desde el abdomen, a la altura de los riñones, pasando por el anillo inguinal hasta el escroto, la bolsa donde se alojan definitivamente.

Existen algunas razas en las que es más habitual diagnosticar criptorquidia, principalmente razas pequeñas, como el Yorkshire Terrier, Bichón maltés, Schnauzer miniatura, o algunas razas grandes, como el Bóxer.


Síntomas de criptorquidia

En las revisiones que se realizan en la consulta veterinaria a lo largo del crecimiento del cachorro, se van palpando los testículos y podemos ir vigilando la evolución del testículo, en caso  de que no se palpen en la bolsa escrotal. A las 8 semanas de edad, ya deberían estar en esta bolsa, por lo que podemos diagnosticarlo de forma temprana para poder tomar las medidas necesarias.

Se puede dar de forma unilateral (sólo un testículo es el que no desciende) o bilateral (ninguno de los testículos ha descendido).

Además, podemos distinguir entre criptórquido abdominal, en caso de que el testículo se haya quedado en el abdomen, o criptórquido inguinal, si se ha quedado en la ingle, cerca de la bolsa.


Diagnóstico de criptorquidia

El diagnóstico es fácil, ya que se realiza por palpación. Si alguno de los testículos, o ambos, no se palpa en la bolsa, debemos palpar la zona inguinal para valorar si se encuentran en esa zona o no, donde se apreciaría un pequeño abultamiento. Si en la ingle tampoco lo encontramos, se recomienda hacer una ecografía para poder localizarlo en el abdomen, o en la ingle, en caso de que sea de un tamaño pequeño como para poder palparlo, aunque no es frecuente que no se palpe si se encuentra en localización inguinal.


Tratamiento

Para resolver la criptoquidia se debe realizar intervención quirúrgica para extirpar el testículo que no ha descendido.

Existen tratamientos hormonales que pueden facilitar el descenso, aunque no siempre resultan y finalmente se debe recurrir a la cirugía.

Pero se recomienda la cirugía para prevenir que el testículo que ha quedado dentro pueda tumorar, ya que ese testículo está sometido a una temperatura más alta de lo que es deseable para el testículo (por eso están en la bolsa, para estar a menor temperatura de la corporal), lo que sería bastante más grave para el perro.

Además, no se debe criar con un perro que sea criptórquido, por la alta probabilidad de que sus descendientes padezcan la misma condición, por lo que en la cirugía para extirpar el testículo que no ha descendido, se recomienda realizar la orquiectomía (castración) del testículo que está en la bolsa, de forma que el perro no se pueda reproducir.


Prevención

Ya lo hemos comentado, pero la prevención pasa por no criar con machos que padezcan criptorquidia, ya que se transmite genéticamente.

Las hembras también lo pueden transmitir, así que tampoco sería recomendable que las hembras que desciendan de padres criptórquidos se reproduzcan.


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