Demencia en perros: ¿cuáles son los síntomas y cómo tratar?

Cuando nuestro amigo perruno va cumpliendo años y llega a la etapa geriátrica podemos observar que aparecen ciertos comportamientos que antes no tenía. Como por ejemplo ser menos sociable, querer acortar los paseos o dormir más horas de lo que acostumbraba.

Esto entra dentro de lo normal en la edad avanzada, pero pueden aparecer otras conductas que pueden no ser propias sólo de la edad, sino del Síndrome de Disfunción Cognitiva, que se caracteriza por pérdida de la regulación de algunas funciones, como el hambre, el sueño o la relación social, tanto con otros perros como con otras personas.

Síntomas

Lo que aparece con más frecuencia es:

  • Alteraciones del sueño/vigilia: el perro pasa muchas más horas que antes durmiendo y en la noche se despierta y deambula por la casa.
  • Desorientación: en los paseos por zonas que no son por las que sale habitualmente o en cambios de domicilio (mudanzas, vacaciones, etc.)
  • Cambio en el hambre y la sed: puede que no sienta hambre y sed gran parte del día o que, por el contrario, coma y beba con más “ansia”.
  • Cambio en las conductas de defecación y orina: se suelen hacer pis y caca en casa. Esto conlleva que en muchas ocasiones se recurra al pañal como medida de contención.
  • Agresividad: pueden incluso perder por momentos la noción de con quién se están relacionando.
  • Aislamiento: no quieren socializar ni jugar con otros perros ni personas.

¿Qué podemos hacer?

Aunque no existe un tratamiento específico para la demencia en perros, sí podemos procurar adoptar ciertas medidas para que el perro se sienta más cómodo y menos desorientado. Algunos ejemplos son:

  • Adoptar rutinas de alimentación y paseo, de manera que a determinadas horas se le ofrezca alimento y ejercicio físico.
  • Estimulación mental: no dejar de sacarle a la calle ni de jugar con él, sobre todo a juegos en los que intervenga en olfato, para que mantenga esa función y se sienta más satisfecho.
  • Alimentación adecuada a la etapa senior, más rica en antioxidantes y para asegurar que no hay carencias, sobre todo de vitaminas.
  • Nunca dejes de darle cariño, ya que es cuando más lo va a necesitar. Sentirse querido le hará estar más animado.

A nivel farmacológico no hay medicinas curativas, pero sí hay fármacos que mejoran el riego sanguíneo al cerebro, por lo que puede resultar interesante. Es importante también tratar los posibles dolores que pueda tener, por ejemplo a nivel articular, lo que hará que el perro se encuentre mejor y tolere el ejercicio físico.

Pero, sobre todo, trata de entender esta fase, que puede resultar difícil para ti también como persona que le cuida. Pero si van a ser sus últimos años de vida, vamos a procurar que los pase lo mejor posible y se sienta siempre tan querido o más que lo ha sido durante su vida.

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