¿Cómo surge?
Esta patología que afecta a muchas perras tiene origen hormonal y es una herencia de su antepasado, el lobo. En el caso de los lobos, la pseudogestación tenía la utilidad de asegurar la mayor supervivencia de los cachorros, ya que las hembras tenían los mismo cambios fisiológicos que una hembra que sí había parido y, de esta forma, podían amamantar y cuidar del resto de cachorros, aunque no fueran suyos.
Todo este proceso de embarazo psicológico tiene una base hormonal, provocado por la progesterona que se produce en el cuerpo luteo de los ovarios, como ocurre cuando una perra está en gestación. Los síntomas de embarazo psicológico aparecen entre las 6 y 8 semanas tras el estro y suele repetirse celo tras celo.
¿Cuáles son los principales signos de un embarazo psicológico?
Los síntomas son los mismos por los que pasa una perra preñada en la última fase de la gestación, por lo que debemos aprender a identificar los síntomas y descartar un posible embarazo real:
- Aumento del tamaño abdominal.
- Aumento de glándulas mamarias.
- Aumento de peso.
- Quejidos y lloros.
- Leche en mamas.
- Pérdida de apetito.
- Depresión.
- Tendencia a esconderse en lugares más tranquilos de la casa.
- Preparación del nido.
- Adopción de objetos como juguetes.
- Cansancio.
- Cambios de comportamiento (nerviosismo y ansiedad).
- Agresividad por protección de sus “cachorros” adoptados.
- Vómitos y diarreas intermitentes.
- Mastitis (inflamación, endurecimiento e infección de la glándula mamaria).
¿Se debe tener cuidado durante la pseudogestación?
Tras el celo debemos observar a nuestra perra para detectar si hay síntomas de embarazo psicológico, sobre todo si ya los ha tenido otras ocasiones. Si observamos algún síntoma compatible, lo ideal sería acudir a consulta para confirmar que estamos ante un embarazo psicológico y no ante una gestación real.
Si se confirma el desorden hormonal podemos ayudar a nuestra perra a que los síntomas desaparezcan, por ejemplo:
- Retirar peluches.
- Evitar que se lama las mamas (estimula la producción de leche).
- Reducir la ingestión de agua (para reducir la producción de leche).
- Reducir los hidratos de carbono.
- Aumentar la cantidad de paseos y ejercicio para que esté entretenida.
- Evitar que cree nido.
- Perejil (mezclado con el pienso o en tortilla): esta planta reduce la producción de progesterona.
Y lo más importante, cuidarla y mimarla mucho, ya que el desorden hormonal le provoca mucho estrés y nerviosismo.
¿Cómo tratar?
Aunque en la mayoría de casos los síntomas de pseudogestación desaparecen de forma espontánea, en otros casos es necesario un tratamiento antes el riesgo de que aparezca mastitis graves por la producción y retención de leche.
El tratamiento más habitual es el uso de antiprolactinicos orales (en comprimidos o jarabe), estos fármacos reducen la producción de leche.
No hay que olvidar que los fármacos hormonales pueden tener síntomas secundarios como piometra y, la repetición de pseudogestaciones tras los celos repetidos, puede desembocar en mastitis y tumores mamarios por lo que, la mejor opción en estos casos es la esterilización para evitar esos celos.
Irene Martinez
Médica Veterinaria
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