Existen muchas enfermedades que son compartidas entre perros y humanos. En el artículo de hoy, vamos a hablar de una de las más frecuentes en perros, y especialmente en humanos, la hipertensión. Esta silenciosa enfermedad, muchas veces pasa inadvertida, ya que no suele causar demasiados síntomas, pero puede suponer un problema para la calidad de vida del animal.
La hipertensión, como su propio nombre indica, no es más que el aumento de la presión que ejerce la sangre durante el bombeo del corazón sobre las paredes vasculares. Dicho así parece poca cosa, pero es uno de los síndromes más complejos de diagnosticar correctamente y tratar.
Podemos pensar a priori, que, si tiene que ver con la sangre y el corazón, se debe simplemente a un problema cardiaco, pero no es así, al menos no siempre. Vamos a explicar a continuación las causas más frecuentes de hipertensión en perros.
- Causas cardiacas: En primer lugar, y como no podía ser de otro modo, las causas cardiacas están frecuentemente implicadas en la aparición de hipertensión en perros. Cualquier anomalía que dificulte el correcto bombeo de la sangre, puede conllevar a una hipertensión.
- Causas renales: Por otra parte, existen causas no cardiacas, como las enfermedades renales, que pueden conducir al desarrollo de la hipertensión. En este sentido, se estima que, hasta más de la mitad de los perros con problemas renales, pueden padecer hipertensión si está no se controla correctamente.
- Enfermedades endocrinas: Debido al delicado equilibrio en el que se encuentra el organismo, no es de extrañar que una alteración endocrina produzca varios desajustes, como la hipertensión. Por ejemplo, en perros con diabetes o hiperadrenocorticismo , es frecuente encontrar esta alteración.
Tratamiento
Debido a que la mayoría de las veces la hipertensión es secundaria a otros problemas, como ya hemos adelantado, la principal misión del tratamiento radica en hacer frente a la enfermedad primaria.
Si conseguimos solucionar la causa, lo más probable es que se corrija la hipertensión. No obstante, existen también fármacos específicos destinados a combatir la hipertensión en si misma.
El tratamiento dietético también es útil, será necesario un pienso específico. Los piensos senior están pensados para prevenir este problema, ya que son más bajos en sodio, que puede aumentar la presión sanguínea.
Esperamos que este artículo os haya resultado interesante y sobre todo os quede claro que no toda hipertensión proviene del corazón.
Juan Vázquez
Médico veterinario
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