Hipoadrenocorticismo o enfermedad de Addison en perros

Definición del síndrome de Addison en perros

Esta enfermedad se caracteriza por una disminución en la producción total de glucocorticoides o mineralocorticoides por parte de las glándulas adrenales. Es una endocrinopatía no demasiado habitual en el paciente canino, pero los animales jóvenes y las hembras, tienen mayor predisposición a padecerla.

Suele estar producida por una disfunción del sistema inmune, que destruye la corteza adrenal de forma aberrante. Asimismo, se puede producir de forma artificial, tras la administración de fármacos que tengan la propiedad de producir atrofia sobre estas estructuras, como por ejemplo el mitotano. En cierto modo, es la enfermedad contraria al síndrome de Cushing.

Síntomas de hipoadrenocorticismo

Los síntomas de esta enfermedad son bastante inespecíficos, por lo que no resultan de demasiada utilidad diagnostica. Un perro con síndrome de Addison puede sufrir:

  • Letargo y depresión.
  • Alteraciones gastrointestinales, como vómitos y diarrea.
  • Aumento de la cantidad de agua ingerida, así como de la frecuencia y cantidad de las micciones.
  • Pérdida de peso.

Diagnóstico

Ante la poca luz diagnóstica que arrojan los síntomas anteriores, es necesario recurrir a otras herramientas más específicas. Para ello, la prueba más especifica y habitualmente empleada, es la estimulación con ACTH. Mediante este análisis laboratorial, se puede comprobar el estado hormonal del perro, lo que se traduce en una valoración de la funcionalidad de la glándula.

Asimismo, la estimulación con ACTH se puede complementar con diagnósticos por imagen, como radiología o electrocardiografía. No obstante, estas pruebas nunca suponen un diagnostico preciso por si mismas.

Tratamiento del hipoadrenocorticismo

La enfermedad se puede presentar de dos formas, con diferentes tratamientos:

  • Presentación aguda: Tratamiento de urgencia, encaminado a equilibrar y recuperar el estado del animal. Para ello, está recomendada la administración de fluidoterapia, así como corticoides intravenosos. Puede ser necesario corregir otros desequilibrios, como acidosis metabólica o hipoglucemia.
  • Presentación crónica: Esta forma de presentación es mucho menos agresiva, por lo que el tratamiento resulta más ponderado. La administración de glucocorticoides y mineralocorticoides suele ser suficiente para mantener al animal estabilizado largos periodos de tiempo. En la mayoría de las ocasiones, la administración de los glucocorticoides no es necesaria, salvo en ocasiones de estrés, como viajes o traumas. En cambio, los mineralocorticoides son necesario en todos los perros, aunque la frecuencia de administración pueda ser variable.

Juan Vázquez

Médico veterinario


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