El metronidazol es un antibiótico que se emplea para combatir algunas bacterias y parásitos, por lo que es uno de los fármacos más empleados cuando hay infecciones gastrointestinales en perros que requieran el empleo de medicamentos.
¿Para qué se usa el metronidazol en perros?
Este antibiótico tiene varias indicaciones. La mayoría de ellas relacionadas con el sistema digestivo, aunque también se emplea en infecciones urogenitales y cutáneas.
Existen varias patologías gastrointestinales que no requieren tratamiento médico, sino que con un manejo dietético pueden solucionarse.
Por ejemplo, algunos episodios de vómitos o diarreas, que no son severos ni producen otros efectos, como deshidratación. En estos casos, se suele recomendar un período de ayuno.
Posteriormente se van introduciendo alimentos de fácil digestión progresivamente y respetando el hambre del perro, sin forzar.
Pero tampoco permitiendo que coma mucha cantidad, ya que podría retroceder en la mejoría. Pero cuando esto no es suficiente, solemos recurrir a fármacos que controlen los vómitos. Por ejemplo, o que protejan la mucosa gástrica. En casos de diarreas podemos recurrir al metronidazol.
La dosis irá variando en función de qué es lo que queremos tratar. No es la misma dosis si estamos tratando una diarrea aguda, crónica por sobrecrecimiento bacteriano o si es por la presencia de Giardia.
¿Cómo funciona el Metronidazol en los perros?
El metronidazol produce la destrucción de microorganismos patógenos, ya que altera su ADN, lo que impide que puedan seguir viviendo.
Esto, progresivamente, va disminuyendo el número de bacterias o parásitos causantes del proceso que queremos tratar, por lo que irá produciéndose una mejoría en el síntoma gastrointestinal que estamos tratando y, por lo tanto, del estado general del perro ( tendrá más ánimo, más apetito, etc.).
¿El metronidazol tiene efectos adversos en perros?
Como casi cualquier fármaco, el metronidazol puede tener efectos secundarios. En muchas ocasiones, estos efectos tienen relación con la sensibilidad individual a este medicamento, ya que a otros perros puede que no les produzca ningún efecto adverso.
Como efectos más habituales, podríamos encontrar los relacionados con el sistema digestivo, como son vómitos y diarrea o disminución del apetito, por eso se recomienda administrarlo tras la comida, para que la mucosa no se dañe de la misma forma.
También puede haber una reacción alérgica, que puede manifestarse con erupción cutánea, edema de párpados, labios o cara en general, etc.
Metronidazol – efectos adversos por su mal uso
Existen otros efectos más severos que pueden ser derivados de una dosificación elevada. O también un tratamiento muy prolongado en el tiempo. Este tipo de efectos suelen ser neurológicos, como podrían ser convulsiones, temblores, problemas de coordinación, disminución de la visión, etc.
En cualquiera de estos casos, se recomienda suspender la administración de metronidazol y tratar el efecto adverso.
No olvides que tu veterinario es quien debe decidir qué tratamiento poner en el caso de tu perro y la dosis y duración del mismo.
No mediques a tu perro por decisión propia.
Paula Gimeno, Médica Veterinaria
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