Miositis y polimiositis en perros

Las miositis son un grupo de enfermedades musculares de etiología inmunomediada, no del todo conocida. El sistema inmune reconoce las células musculares como extrañas, y comienza su destrucción causando la consiguiente inflamación de este tejido. Este proceso causa en el perro una pérdida significativa de la masa muscular, con la consiguiente debilidad.

Además, la destrucción del tejido muscular suele causar un fuerte dolor asociado, por lo que la restricción de la movilidad se ve afectada también este motivo.

Miositis de los músculos masticadores

Esta miositis es un cuadro concreto de enfermedad. La miositis de los músculos masticadores se caracteriza por afectar fundamentalmente a estos grupos musculares. Se produce una destrucción inmunomediada del tejido muscular implicado en la masticación. A nivel externo, esta enfermedad produce un deterioro muy característico en el perro, como si tuviera la “cara chupada”.

Puede afectar a todas las razas, pero las más predispuestas son las grandes, como los Golden Retriever o los Rottweiler.

Tratamiento de la miositis de músculo masticadores

El tratamiento de esta enfermedad suele ser a base de fármacos inmunosupresores, como los corticoides. A largo plazo suele tener buen pronóstico. En la mayoría de los casos, tras 4 semanas de tratamiento, los animales recuperan su aspecto y funcionalidad normal.

Polimiositis en perros

En el caso de la polimiositis, la destrucción y degeneración muscular se produce de forma generalizada. No obstante, la etiología es similar. Esta forma de presentación, de forma habitual, suele ser menos observable ya que no produce un cuadro tan marcado. Los músculos afectados suelen ser, principalmente, los ubicados en las extremidades.

En general, los síntomas cursan con debilidad a la hora de hacer ejercicio. En algunos casos también pueden presentar fiebre. Cuando el proceso es crónico, la atrofia muscular puede hacerse evidente.

En el caso de la polimiositis, el tratamiento es similar al caso anterior, siendo eficaces para el control de este proceso patológico, la administración de fármacos inmunosupresores como los corticoides. El pronóstico suele ser bueno y los perros responden el tratamiento de forma eficaz.

Durante el periodo de tratamiento, la rehabilitación y la fisioterapia son de utilidad y altamente recomendables. Los movimientos pasivos de las extremidades del animal, así como el ejercicio físico controlado, pueden ayudar a mejorar la respuesta.

Esperamos que esta entrada os haya resultado interesante y hayáis conocido una enfermedad poco frecuente pero muy curiosa.

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Juan Vázquez

Médico veterinario