Pancreatitis en perros: síntomas y tratamiento

Signos clínicos de pancreatitis en perros

Los síntomas con los que suele cursar esta enfermedad tienen que ver, generalmente, con las alteraciones producidas en el aparato gastrointestinal. No obstante, la pancreatitis presenta una sintomatología muy poco específica y puede ser confundida con otro proceso intestinal.  En este sentido, suele ser frecuente la aparición de vómitos y diarrea. Además, la letargia y anorexia se pueden observar en muchos perros enfermos de esta enfermedad. Es frecuente la perdida exagerada del peso y la condición corporal en un animal enfermo de pancreatitis.

Causas de la pancreatitis

De forma general, los factores que participan en la aparición de esta enfermedad no están demasiado claros. No obstante, se pueden tener en cuenta ciertos puntos:

  • Factores nutricionales, como dietas altas en grasas.
  • Traumatismos o trastornos en la circulación sanguínea pancreática
  • Ciertos fármacos y medicamentos, como atropina o tetraciclina.
  • Enfermedad renal crónica
  • Hipercalcemia

Diagnóstico

El diagnóstico de la pancreatitis no resulta fácil, ya que los síntomas, como comentábamos, suelen ser muy inespecíficos y se pueden confundir fácilmente con cualquier otro proceso patológico. No obstante, ante la sospecha de una pancreatitis por parte del veterinario, la realización de una serie de pruebas complementarias puede ayudar a conducir a un diagnostico correcto. En este sentido, son útiles las siguientes pruebas

  • Análisis sanguíneo completo, con bioquímica y hematología.
  • Diagnostico por imagen, como ecografía.
  • Citología, a veces necesaria.

¿Pancreatitis aguda o crónica?

Existen dos formas de presentación de este proceso patológico, en función de la velocidad y forma de aparición:

  • Pancreatitis aguda: De presentación súbita y explosiva. Suele mostrar una sintomatología mucho mas acusada y suele tener peor pronóstico.
  • Pancreatitis crónica: De presentación lenta e insidiosa. Muestra signos inespecíficos que pueden ser fácilmente atribuible a cualquier otra enfermedad. Suele tener un diagnóstico más complejo.

Tratamiento

El tratamiento de este proceso patológico debe ser estricto. En este sentido, la terapia nutricional resulta imprescindible para la recuperación.

El perro no debe de ingerir absolutamente nada por vía oral. Normalmente, el periodo de ayuno total de 4 o 5 días. Una vez superado este periodo y restablecida la función gastrointestinal, se puede comenzar a ofrecer agua al animal.

Si el agua se tolera, se deben incluir raciones pequeñas de alimentos ricos en carbohidratos, como por ejemplo el arroz. Tras esto, si el animal tolera este alimento, se puede proceder a la introducción de proteínas de alta calidad, en muy pequeñas cantidades y de forma progresiva.

No se deben administrar dietas ricas en grasas o con una gran cantidad de proteínas. Asimismo, durante este periodo, resulta esencial mantener el equilibro electrolítico del animal, con la administración intravenosa de sueros balanceados.

Juan Vázquez

Médico veterinario


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