¿Puedo darle cortisona a mi perro?

Tipos de corticoides

Nuestro organismo y el de los perros produce corticoides de forma natural, ya que son de gran importancia para numerosas funciones del cuerpo.

Podemos distinguir 2 tipos principales de corticoides:

• Mineralocorticoides: principalmente regulan el transporte de electrolitos y el agua en los tejidos.
• Glucocorticoides:  afectan al metabolismo de proteínas, grasas e hidratos de carbono. En este grupo encontramos la cortisona, que se emplea, como hemos hablado en este post, para regular muchas funciones y en el tratamiento de varias patologías, aunque su uso está muy extendido en el tratamiento de patologías alérgicas.

¿Es necesario administrarlo de alguna manera especial?

Seguramente sabes o has oído hablar de los efectos secundarios de los corticoides. Como dueños de mascotas, siempre queremos lo mejor para nuestro perro, y por eso no deseamos tener que enfrentarnos a efectos secundarios indeseados. Por este motivo, siempre aconsejamos en la consulta seguir la pauta que se crea necesaria en cada caso particular, ya que no podemos generalizar la dosis ni la duración del tratamiento.

Normalmente, cuando se pauta un tratamiento largo, pondremos especial énfasis en que la reducción de la cantidad que se administra sea gradual, para evitar los efectos secundarios derivados de la retirada rápida de estos fármacos. Pero si se hace progresivamente, no tienen porqué aparecer.

Existen casos en que se requiere una dosis puntual, por ejemplo, ante la picadura de una avispa. En este caso, no sería necesario administrarlo más días para ir reduciendo la dosis.

Y por último, podemos encontrarnos con casos cuya patología requiera de un tratamiento con cortisona de por vida. En este caso, siempre buscaremos la dosis más baja a la que hay respuesta, para dar la menor cantidad posible de corticoide. Y siempre habrá que realizar chequeos periódicos para poder actuar cuando haya un efecto indeseado.

Como ves, y a modo de conclusión, sí se puede administrar cortisona a los perros, pero nunca lo hagas sin la supervisión y el consejo de tu veterinario, ya que será este profesional el que tendrá que valorar si esa es la mejor opción de tratamiento para vuestro caso.