¿Qué es y cómo se transmite?
La Rabia es una enfermedad infecciosa vírica que afecta a animales salvajes y, en ocasiones, a animales domésticos que han tenido contacto con éstos y también al hombre, siendo considerada una de las zoonosis más importantes.
Esta enfermedad se transmite por la mordedura de un animal infectado o por el contacto de su saliva con alguna herida abierta. Por tanto, si no existe mordedura o herida y no se ha tenido contacto con un animal infectado, es imposible contraer esta enfermedad, el contacto directo es necesario para ello.
¿Qué síntomas produce?
La enfermedad afecta principalmente al sistema nervioso, reconociéndose varias fases, pero los síntomas principales son:
- Agresividad sin motivo aparente.
- Cambios de conducta.
- Pérdida de apetito, pueden dejar de comer su pienso
- Imposibilidad de tragar.
- Babeo excesivo.
- Sensibilidad excesiva a la luz.
Estos síntomas no son inmediatos y pueden tardar en manifestarse.
¿Qué métodos de prevención existen?
Esta enfermedad, en estado avanzado, no tiene cura y el desenlace es la muerte. Por tanto, la prevención es el tratamiento más importante, para ello es necesaria la vacunación y el aislamiento de cualquier animal sospechoso de padecer la enfermedad.
Por tanto, en las zonas de mayor riesgo, como las provincias del sur de España y las de contacto más estrecho con África, es necesaria una vacunación anual sistemática. En Comunidades Autónomas que se encuentran más al norte esta vacunación dependerá de la normativa de cada provincia.
No olvidar que los perros deben estar vacunados e identificado correctamente con microchip, el incumplimiento de esto puede conllevar sanciones.
Irene Martínez
Médica Veterinaria
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