Urea alta en perros ¿Qué es?

¿Qué es la urea?

La urea sanguínea es un compuesto derivado del metabolismo de las proteínas. A pesar de su reciente utilidad como producto cosmético, podríamos decir que la urea es una sustancia de desecho derivada de la nutrición celular. El órgano encargado de eliminar esta sustancia es el riñón a través de la orina.

¿Qué síntomas produce en los perros la urea alta?

La condición derivada del aumento de la urea en sangre, se denomina azotemia. En general, los síntomas derivados de este proceso son los siguientes:

• Vomito y diarrea: es frecuente la sintomatología gastrointestinal. También suele haber pérdida de apetito.
• Letargo o disminución de la capacidad cognitiva: el aumento de urea produce una especie de intoxicación, que deriva en manifestaciones nerviosas.
• Pérdida de peso.
• Halitosis: puede existir, especialmente en casos de niveles muy altos de urea.

¿Cuáles pueden ser las causas de azotemia en perros?

Las causas del aumento de la urea en el organismo canino son variadas, y no siempre tienen que ver con algún trastorno en el riñón. Los procesos más comúnmente implicados, siguen la siguiente clasificación:

• Causas prerrenales: cuando el trastorno se encuentra “antes” de la filtración renal. Por ejemplo, problemas cardíacos o deshidrataciones.
• Causas renales: el aumento de urea deriva de un problema propiamente renal, como por ejemplo una insuficiencia renal.
• Causas postrenales: es decir, la alteración se encuentra “después” de que la orina haya sido filtrada. Podemos hablar de obstrucciones derivadas de cálculos urinarios o tumores obstructivos, por ejemplo. Cuando la orina no es capaz de ser expulsada, los productos de desecho que contiene, como la urea, tienden a ser acumulados.

Tratamiento de la urea alta en perros

El tratamiento siempre irá encaminado a solucionar la causa primaria, ya que nos encontramos ante una patología con una gran variabilidad de factores, por lo que es difícil hablar de un único tratamiento.

No obstante, la administración de sueros intravenosos, así como el restablecimiento de la función renal y la excreción urinaria, siempre son recomendables.

En los casos donde exista una patología renal, conviene tratar la enfermedad primaria de forma urgente, ya que el proceso puede tener una evolución fatal. En los procesos tanto prerrenales como postrenales, la resolución de la patología primaria suele ser suficiente para restablecer los niveles de urea normales.

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Juan Vázquez

Médico veterinario